
La ola izquierda de Mundaka, que puso el pequeño pueblo vizcaíno costero en el mapa de Europa, es hoy una de las mejores olas del mundo. Muchos han sido los que han tenido el valor y la oportunidad de surfearla. A lo largo de los años, el pueblo de Mundaka, con casi 2000 habitantes, se ha convertido en un punto de parada obligatoria para miles de surfistas procedentes de diferentes países.
Esta pequeña villa marinera, únicamente frecuentada por pescadores, jamás pensó que se podía convertir en una de las cunas más importantes del mundo del surf. En los años 70 los vecinos de esta pequeña localidad empezaron a percibir cierta actividad surfera por parte de los turistas. Cada año miles de jóvenes “hippies” llegaban con sus furgonetas y contemplaban el mar a la espera de la mejor ola. La aparición de tantos surfistas no agrado al pueblo vizcaíno, que se quejaba continuamente de los gritos y fiestas de estos. Pero todo cambió cuando una mañana de diciembre, la corriente del mar arrastró a unos pescadores hacía dentro lo que provocó que el barco volcara y en consecuencia que los marineros cayeran al mar. Por suerte para estos, unos cuantos surfistas acudieron en su ayuda, lo que significó, en un futuro, un cambio de concepción del pueblo sobre el surf.

