
El hotel Atalaya está situado en el pueblo pesquero de Mundaka. Con más de 10 años de experiencia en dicho hotel, Gastón Giménez nos habla de la dependencia del turismo y la influencia del surf en la hostelería y economía del pueblo.
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¿Se nota la influencia del surf en el hotel?
Sí, claro. El 90% de las reservas del hotel son prácticamente de surfistas. Nuestro hotel está preparado para eso, para los turistas que vienen a surfear. La ciudad es famosa por ese tema. Es un lugar muy llamativo por las reconocidas olas que tenemos.
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¿Influyó el dragado de 2005 al turismo que registrábais?
Uy sí, me acuerdo. ¡Fue un lindo quilombo! Influyó bastante, me acuerdo que perdimos clientes. Hubo miedo, no se sabía que iba a pasar con la ola. Una vez se rehizo la ola volvió el turismo, pero fue un poco caótico. Nos alegramos mucho de volver a tener más trabajo.
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¿Qué opinas del dragado de 2015 que se hizo para regenerar la playa en Laida?
Por lo que tengo entendido todo lo que se toque de la barra es una amenaza para la ola. De hecho vine de Argentina, empecé a conectar con el surf y comencé a entender la importancia de la barra para tener la famosa ola de Mundaka.
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¿Cuál fue la postura del hotel en cuanto al dragado más reciente?
La postura del hotel era negativa. Nosotros no queriamos perder clientes ni trabajo, y por consiguiente dinero.
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¿Y la tuya como aficionado al surf?
Para mí fue un problema tanto como trabajador como deportista. Como trabajador por el peligro de perder mi puesto de trabajo y como deportista de perder la ola de Mundaka. Fue un momento triste.
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Por lo tanto, ¿la ola de Mundaka es positiva para la hostelería ?
Sí, al 100%. Mundaka es conocida por su ola perfecta para el surf y sus competiciones. Se crea un ambiente increíble, todo el mundo trabaja y se conoce gente nueva. Es un ámbito bastante divertido. Por lo tanto sí, es muy positivo.

